martes, 19 de abril de 2011

Los errores que resultan los mejores cocineros

Por Agustina Quiroga

  Un error suele ser símbolo de fracaso en todas las profesiones, menos en una: la gastronomía. Aquí, un cocinero comete una equivocación y crea una genialidad. El arte culinario se reinventa todo el tiempo gracias a pequeños olvidos cuando se cocina un plato.

Una delicia que apareció de esta forma fue el tradicional brownie americano. Éste surgió en 1897, en Estados Unidos, cuando un cocinero se olvidó de ponerle levadura a una preparación de bizcochuelo de chocolate. A partir de allí, esta masa dulce se ha expandido por todo el mundo y se ha incorporado para todo tipo de postres.

 Algunos lo utilizan para hacer postres con frutillas y helado; otros para hacer tortas cubiertas de dulce de leche y crema (ver receta); también se la usa como “masita” para acompañar con una infusión; otros las cocinan en forma de galletitas; otros las cubren con azúcar impalpable; y hasta se han creado alfajores de torta brownie.

  Cocinar este postre parece difícil, pero no lo es. Si bien, se pueden comprar las pre preparaciones, como las que venden Exquisita o Royal, entre otras, largarse a cocinarlas no es ningún desafío. El secreto estaría por sacar la preparación del horno cuando todavía está húmedo.

 A continuación, compartimos una receta de torta brownie, que está hecha a base de este bizcocho y cubierta con una capa de dulce de leche, y otra de crema chantilly. ¡A atreverse que es fácil! 


Receta de torta brownie
¿Qué necesitas?
Para el brownie:
-Manteca: 150 gramos.
- Chocolate de leche: 300 gramos
-Huevos: 3
-Azúcar: 285 gramos
Para la cobertura:
-Dulce de leche: 200 gramos
-Crema: 300 cc
-Azúcar: 70 gramos

¿Cómo la haces?
        El primer paso es derretir la manteca con el chocolate a baño maría. Luego, dejarlo enfriar unos minutos.
        Por otro lado, en un bowl batir los huevos con el azúcar a blanco, es decir, hasta que tomen un cierto volumen espumoso de color casi blanco.
        Unir ambas mezclas, es decir, la de chocolate con manteca y la de los huevos y el azúcar.
        A esta preparación agrégale la harina, previamente tamizada.
        Hornear durante 30-40 minutos a 200°C, o cuando al pinchar el contenido con un cuchillo salga casi limpio, pero no totalmente. Retirar del horno y dejar que se enfríe en el molde.
        Desmoldar la torta y cubrir con dulce de leche toda la superficie. Dejar enfriar.
        Mientras tanto, en un bowl batir la crema con el azúcar hasta que tome consistencia, es decir, hasta que prácticamente se formen texturas con la batidora.
 Cubrir la torta con esta mezcla, formando picos con la cuchara. ¿Cómo?  Aplastando la cuchara contra la crema, y levantándola suavemente hacia arriba.
Opcional: rallar chocolate negro arriba para decorar.
        Y ahora ¡servila!
         



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