domingo, 24 de abril de 2011

Una tradición pagana: la rosca de pascua

Por Agustina Quiroga


Una de las costumbres culinarias pascuales son estos panes leudados en forma de gran rosca, similar a la de las donas, rellenos a veces de frutas abrillantadas, otras de chocolate, otras de nueces, entre muchos más. Sin embargo, este aperitivo no surgió a partir de la fiesta cristiana que se celebra en estos días, sino más bien por una tradición pagana.

  En su génesis, las roscas eran panes leudados que se servían en fiestas paganas que iban desde aquellas en las que se agradecía y pedía por la generosidad a la tierra a las festividades saturnales romanas. Más tarde, llegará la rosca tal como la conocemos hoy.

  Muchos difieren sobre en qué parte y en qué lugar empezó a cocinarse la tradicional rosca de la actualidad, pero todos la ubican en algún lugar de Italia.

 Sin más, este postre o acompañante para el té, ya sea para religiosos, ateos, judíos, musulmanes, es ideal para disfrutar entre un grupo de amigos, familia, etc. A continuación les ofrezco una receta de una rosca de pascua rellena de chocolate y mermelada de frutilla.

Receta: Rosca de Pascua de mix chocomermeladero 




¿Qué necesitas?
  • -         Harina con levadura (recomendación comprar de las especialmente diseñadas para hacer pan o pizzas para que leude mejor)
  •  1 cucharada de esencia de almendra
  • 20 gramos de levadura seca
  • 130cc de leche descremada
  • 90cc de agua tibia
  •  2 huevos un poco batidos
  • 90 gramos de azúcar impalpable
  • 75 gramos de manteca a temperatura ambiente, cortada en cubitoos.
  •  150 gramos de mermelada de frutilla.
  • 25 gramos de manteca, cortada en finas láminas.
               
¿Cómo la haces?  
                Primero, mezcla la harina con levadura y la levadura seca. Después, agrégale los dos huevos apenas batidos y la esencia de almendra.
                Ahora, incorpórale de a poco, revolviendo siempre, la leche.  Una vez formada una mezcla, no importa que se formen un poco de grumos, agrégale, paulatinamente, el azúcar impalpable y el agua tibia.  Seguramente se te forme un bollo bastante blando, depositarlo en una mesada previamente enharinada.
                Ahora, abrí la masa en la mitad y en el centro deposita la mitad de los cubos de manteca. Amasa hasta que se disuelvan totalmente. Después, incorpórale el resto de los cubos y repetí lo anterior. En caso de que la masa quede demasiado mantecosa y se te pegue a los dedos, agrégale un poquito de harina, entre una y dos cucharas aproximadamente, y termina de formar un bollo liso.
                Cubrí la masa con un repasador y déjalo reposar alrededor de 30 minutos, o hasta que se duplique el volumen de la masa. OJO: si ves que la masa no leuda, algo has hecho mal y lo más probable es que la rosca no salga y tenga gusto a crudo cuando la saques del horno.
                Una vez que leudo, estira la masa formando un cuadrado y deposita  sobre él las láminas de manteca.  Luego, coloca en el medio de punta a punta, el chocolate rallado con cuchillo (para que no quede muy finito) y la mermelada de frutillas.
                Uní los costados formando una especie de arrollado. Pinta la masa con un huevo batido.
 Enmanteca y en harina una placa. En él, coloca el bollo, uniendo los bordes de esta para que te quede en forma circular.
Cocinar durante 30 minutos. OJO: chequea con un cuchillo que la consistencia de la rosca esté cocida, porque el huevo hará que la masa tome color rápidamente aunque por dentro todavía permanezca cruda.
Servir, y si puede ser acompañada de un cafecito o un mate, ¡mucho mejor!  
Me inspire para esta receta en una de Ana D´Onofrio que tiene un blog que me gusta mucho del diario La Nación.



 

No hay comentarios:

Publicar un comentario